La construcción de piscinas de obra es un proyecto importante y requiere una planificación cuidadosa y una gran cantidad de trabajo manual. Sin embargo, el resultado final puede ser una piscina personalizada que se adapte perfectamente a tus necesidades y deseos. Si estás considerando construir una piscina de obra, aquí hay algunas cosas importantes que debes tener en cuenta.

Antes de empezar cualquier proyecto de construcción de piscinas, es importante considerar el presupuesto y el espacio disponible. Asegúrate de tener una idea clara de cuánto dinero estás dispuesto a gastar y cuánto espacio tienes disponible en tu jardín o terraza. Además, es importante investigar y comparar los costos de los diferentes materiales y equipos necesarios para construir una piscina de obra.

Una vez que tengas una idea clara de tu presupuesto y espacio disponible, es importante empezar a planificar el diseño de tu piscina. Puedes elegir entre una amplia variedad de formas y tamaños, desde piscinas rectangulares hasta piscinas con formas más elaboradas. Además, puedes personalizar la profundidad, la forma de la escalera y la ubicación de los chorros de agua y las cascadas.

Una vez que tengas un diseño en mente, es importante contratar a un contratista calificado y experimentado para llevar a cabo la construcción de la piscina. Un contratista calificado te ayudará a asegurarte de que todas las normas y regulaciones locales se cumplan, y te guiará a través del proceso de construcción. Es importante buscar referencias y leer reseñas antes de contratar a un contratista para asegurarte de que es confiable y tiene experiencia en construcción de piscinas de obra.

Durante la construcción de la piscina, es importante monitorear el progreso y asegurarse de que todo se esté haciendo de acuerdo a lo planificado. Es posible que se requieran ajustes y cambios en el diseño original, por lo que es importante estar dispuesto a adaptarse y ser flexible durante el proceso.

Una vez que se haya terminado la construcción de la piscina, es importante instalar el equipo necesario para mantener la piscina en buenas condiciones. Esto incluye un sistema de filtración, un sistema de calefacción y un sistema de iluminación.

Dentro de las piscinas de obra, podemos distinguir 2 tipos: piscinas de obra con liner y piscinas de obra de hormigón.

Piscinas de obra con liner: Las piscinas de obra con liner son una opción popular debido a su facilidad de instalación y su capacidad para adaptarse a cualquier forma o tamaño de piscina. El liner es una lámina de material sintético que se ajusta al interior de la piscina y se fija en su lugar. Los liners están disponibles en una variedad de colores y texturas, por lo que es posible personalizar la apariencia de la piscina. Sin embargo, los liners pueden ser más propensos a las fugas y requieren reemplazarse con más frecuencia que los materiales de construcción más duraderos.

Piscinas de obra de hormigón: Las piscinas de obra de hormigón son una opción más duradera y resistente que las piscinas con liner. El hormigón es un material fuerte y duradero que se puede moldear en cualquier forma o tamaño de piscina. Además, el hormigón es resistente a las fugas y requiere un mantenimiento mínimo. Sin embargo, la construcción de piscinas de hormigón puede ser más costosa que la construcción de piscinas con liner, y puede requerir una planificación y una construcción más detalladas.

En última instancia, la elección entre una piscina de obra con liner o de hormigón dependerá de tus preferencias personales y de tu presupuesto. Es importante considerar cuidadosamente las ventajas y desventajas de cada opción antes de tomar una decisión.